lunes, 16 de julio de 2007

CRITIAS.-

Se trata de un diálogo inacabado. Los interlocutores de Sócrates son tres sofistas que se entrenan para la elaboración de discursos persuasivos para el pueblo, es decir, que ya nos situamos en un plano retórico y mitológico, en el que las apariencias y las imágenes sustituyen a los razonamientos.

El monólogo de Hermógenes (de la estirpe de Hermes) es el que ocupa todo el diálogo. Se refiere al mejor modo de organización política del estado y sigue los criterios acerca del estado ideal desarrollado ya de un modo dialéctico en la República. Hermógenes elabora una imagen acerca de la República ideal mediante el relato de la guerra que enfrenta a los fabulosos talantes de la imaginaria Atlántida con un Imperio Ático desparecido hace milenios.
Existen algunas referencias a desastres ocurridos in illo tempore, de los que únicamente se conservarían referencias escritas en los archivos egipcios, que es posible que se refieran al hundimiento del mundo micénico en la crisis del siglo XIII a.c.
TIMEO.-

El Timeo es un diálogo ontológico. Esta circunstancia hace que entronque con La República, y más en particular con los aspectos gnoseológicos de ésta (mito de la línea, el mito de la caverna) y con sus aspectos políticos. Esta última continuidad entre ontología y política es una constante firme en el pensamiento platónico, porque el orden político debe ser resultado del orden racional contenido en las esencias eternas que son las ideas.

El diálogo comienza afirmando que el mayor grado de realidad corresponde a las ideas concebidas como esencias eternas increadas y que se encuentran fuera del tiempo. El demiurgo, concebido como dios artesano crea el mundo y los objetos sensibles a partir de las ideas. No se trata de una creación ex nihilo por tanto similar a la idea de creación del cristianismo. En realidad en esta doctrina platónica están presentes contenidos estrictamente ontológicos como la consideración sobre las ideas, con contenidos mitológicos y religiosos como la apelación a un demiurgo, un dios artesano del mundo que es un numen viviente.

Por otro lado se refiere la creación del tiempo y del espacio como formas dadas en el mundo temporal de naturaleza esencialmente imperecedera. A continuación como formas inmutables también figuran los astros sólo sujetos al movimiento local, e incorruptibles e imperecederos. Tras ellos los seres sensibles en general, que están sujetos a la generación y a la corrupción y que son imágenes de los arquetipos eternos constituidos por las ideas. Llegados a este punto se recurre a distintas doctrinas de la metafísica presocráticas sobre la naturaleza, evidentemente a falta de una mecánica científica que no se había desarrollado aún en época de Platón. Así los distintos cuerpos que se generan y se corrompen, estarían compuestos por los elementos mínimos que serían de cuatro clases: agua, tierra, fuego y aire, y tendrían forma de triángulo. Sin embargo la combinación éstos no determina la forma y la esencia de los cuerpos sino que ésta última resulta determinada por las ideas, y la mezcla únicamente explica la mecánica de generación y corrupción, pero no la esencia ni la forma a la que imitan, que encuentra su etiología en su referente inmutable ideal. Por último se refiere a la materia como sustancia eterna e informe que daría el elemento material a los cuerpos sensibles.

Una vez distinguidas las diversas categorías ontológicas, se procede a realizar posteriores divisiones entre los seres sensibles. Así separa los seres sensibles vivientes de los no vivientes. Los segundos quedan incluidos en la referencias generales dadas acerca de la los cuerpos sensibles sujetos a generación y destrucción. Los vivientes se clasifican a su vez en humanos y animales. Los animales se subdividen en acuáticos, terrestres y voladores. Se trata de taxonomías biológicas meramente fenoménicas.

Sobre los humanos establece una política que debe sustentarse en modelos políticos determinados por las ideas eternas de justicia y de bien. Ahora bien las formas políticas nunca podrán alcanzar la perfección de las ideas eternas, porque se encuentran sujetos a las contingencias del mundo sensible. De hecho la República es el intento de desarrollo de un modelo político perfecto determinado por las ideas, que luego no llega a realizarse en el estado porque la efectiva aplicación del mismo debe hacerse en el mundo sensible. En cuanto a la moral y la ética se fundamenta en la doctrina del alma y de sus tres partes: la racional, la irascible y la sensible. La primera, inmortal, de naturaleza divina similar al demiurgo, tiende al conocimiento de las ideas. Las restantes son mortales y están vinculadas al cuerpo y actúan enturbiando la natural tendencia del alma racional a su contacto con las ideas. El control de las partes mortales del alma por la parte racional, es el fundamento sobre el que se deposita la edificación de las virtudes de la prudencia y de la justicia. Por tanto el cuidado del alma desde el punto de vista ético y moral corresponde a la parte racional que aplica a la vida humana los modelos de vida determinados por las ideas, y que coinciden con los modelos políticos. Por otro lado no debe creerse que la doctrina ética platónica únicamente se ocupa del alma racional, despreciando el cuidado del cuerpo, sino que precisamente para alcanzar una vida justa y moderada Platón establece la necesidad de ocuparse de los cuidados del cuerpo, a través de la medicina (alimentación) y de la gimnasia para procurarle vigor de tal modo que se convierta en instrumento idóneo y apto para las obras del alma racional.
Se trata en cualquier caso de consideraciones filosóficas de tipo ético, moral y político, que se encuentran constantemente justificadas mediante el uso y recurso a mitos de contenido religioso frecuentemente. La doctrina de la transmigración de las almas a otras especies de animales y de los premios y castigos tras la muerte en función del tipo de vida llevada, es un claro ejemplo. Debemos también subrayar la presencia de una psicología y de una medicina meramente fenomenológicas y experimentales.